Se desarrolló un sistema de fabricación de cierres perimetrales (panderetas) de hormigón con incorporación de plástico reciclado PET-1, reemplazando parte de los áridos tradicionales. Esto redujo el peso de los elementos, facilitando su manipulación manual, y permitió valorizar residuos en una región con escasa infraestructura de reciclaje.

Los objetivos fueron: disminuir uso de recursos naturales, reducir emisiones de CO₂, mejorar las condiciones laborales por peso de los elementos, y reutilizar residuos plásticos. Las metas incluyeron reducir un 10% de áridos, un 5% de agua, 5 toneladas de CO₂ y 20% del peso de las panderetas.

Se diseñó la dosificación, se hicieron ensayos de resistencia con laboratorios, se instalaron 90 puntos de acopio comunitarios y se generaron convenios con instituciones y empresas. Se adquirió una máquina trituradora y se habilitó infraestructura para acopio, procesamiento y fabricación. Participaron proveedores, municipalidades y empresas aliadas.

Hubo dificultades para definir la dosificación adecuada, encontrar maquinaria apropiada y concientizar a la comunidad. Se resolvió con ensayos adicionales, fabricación de maquinaria local, contratación de personal para recolección y realización de charlas educativas. Se aprendió que es clave considerar márgenes para ensayo y error.

Es replicable en procesos con uso de hormigón. Se recomienda evaluar la factibilidad de incorporar residuos, hacer ensayos técnicos, planificar logística de acopio y educar a la comunidad. Se sugiere asesorarse con expertos, dar espacio a errores y planificar a largo plazo.